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Siguiendo el concepto médico, la
prevención puede tener lugar en diferentes niveles:
prevención primaria, secundaria y terciaria.
La prevención primaria
pretende disminuir el número de casos o su
aparición; se refiere a métodos aplicados a la
población general y actúa antes de que se
presente cualquier tipo de manifestación.La prevención secundaria pretende
reducir la prevalencia y reducir al máximo las
manifestaciones tras el contacto con los agentes
desencadenantes; se refiere a esfuerzos dirigidos hacia
quienes se hallan o pudieran estar en una situación de
alto riesgo de sufrir un trastorno determinado.La prevención terciaria pretende
aminorar la prevalencia de las secuelas e incapacidades
después de que la enfermedad ha aparecido, mejorar la
calidad de vida de las personas incapacitadas y evitar su
recaída; es decir, son aquellas intervenciones que se
dan tras la identificación de la
enfermedad.
En este sentido, la escuela puede intervenir antes y
después de ocurrido el maltrato.
3.1 Antes
Mediante tareas de prevención primaria
dirigidas a padres y alumnos con el propósito de
evitar el maltrato, promoviendo y difundiendo valores y
conductas que contrarresten la cultura de la
violencia.A través de actividades que favorezcan la
toma de conciencia sobre las propias ideas, acciones y
estructuras relacionadas al maltrato infantil que permitan
descubrir y superar estereotipos o actitudes rígidas
sobre la temática del maltrato.Después
Recibiendo capacitación específica
para identificar los casos de maltrato, abordar esta
problemática y evaluar la mejor derivación o
denuncia a los organismos pertinentes.Elaborando proyectos y diversas propuestas de
acción que promuevan el debate sobre la realidad de la
violencia diaria, el fenómeno del maltrato infantil y
el reconocimiento de los derechos del niño en el
hogar, el vecindario y la escuela.Líneas de trabajo que la escuela puede
desarrollar con los niños y sus
familiasRealizar tareas de sensibilización y
capacitación sobre las necesidades evolutivas de los
niños.Realizar talleres reflexivos con los padres sobre
los mecanismos de control y resolución de conflictos
en la educación infantil.Desarrollar acciones de difusión y
sensibilización entre los niños, las familias y
la comunidad acerca de los derechos especiales que asisten a
la infancia.Sensibilizar a la población en general, y
particularmente a los padres y madres, sobre las
consecuencias asociadas al castigo físico y
proporcionar pautas de educación positivas.Articular con la cutícula, actividades
dirigidas a revisar críticamente la aceptación
de la violencia, la discriminación y los modelos
estereotipados sobre la crianza de los hijos.Estimular por todos los medios, la confianza y la
autoestima de los niños/as.Para desarrollar con éxito la función
preventiva, la escuela como institución debe ser capaz
de revisar sus propias actitudes hacia el control de las
conductas de los niños y adolescentes.Ofrecer a los alumnos el espacio y las oportunidades
para experimentar formas no violentas de resolución de
los conflictos. Las asambleas, los consejos de aula y todo
medio que estimule la participación democrática
en la vida escolar, puede ser un buen recurso.Campañas de difusión y
educación a todos aquellos que trabajan con
niños o sus familias, que expliquen la firme
relación entre el alcoholismo y el maltrato
infantil.Cursos de capacitación interdisciplinarios,
entre los técnicos y profesionales que puedan
reconocer y asesorar sobre las mejores alternativas para su
abordaje.
En algún momento de su carrera casi todos los
maestros con experiencia han estado en contacto con
niños/as que han padecido alguna de las formas de maltrato
infantil. Los daños que el maltrato produce no siempre son
iguales ya que dependerá de la persistencia en el tiempo,
de la severidad del maltrato, de las características
sociológicas del niño/a, entre otros factores.
Advertir la existencia de una amenaza real hacia un niño
no es sencillo. Si bien el maltrato no siempre deja lesiones
físicas fácilmente visibles, siempre deja marcas en
la conducta que nos dan indicios para sospechar que un
niño/a está sufriendo maltrato.
Factores de protección
Se han agrupado diferentes condiciones
específicas denominadas factores protectores que
disminuyen la probabilidad de que se genere el maltrato,
modificando la influencia de los factores de riesgo, y aminoran
la vulnerabilidad del niño. Ciertamente, el ser humano,
desde su nacimiento, va formando su personalidad y elaborando
estrategias para enfrentarse a la realidad por medio de una
constante interacción con el medio ambiente. De la calidad
de ese entorno social, depende, en buena parte, el equilibrio de
su vida futura, la sociabilidad y la adaptabilidad a las
condiciones ambientales o estresantes. Los niños
aprenderán a querer a tolerar y a comprender, si se
sienten queridos, comprendidos y tolerados.
Factores de protección del maltrato
infantil
Diversos autores han reportado que los niños
maltratados internalizan e imitan estilos de relaciones
interpersonales agresivos, existiendo una mayor probabilidad de
presentar conductas disóciales en la edad adulta.
Ciertamente, por ejemplo, si sus necesidades biológicas y
emocionales se satisfacen razonablemente, los niños
comienzan a desarrollar el sentido de seguridad en sí
mismos y en los demás. Sí, por el contrario, sus
exigencias vitales son ignoradas, tienden a adoptar un semblante
desconfiado y temeroso. Así pues, resulta esencial para
prevenir comportamientos violentos o agresivos durante la
juventud o la madurez tratar a los niños con paciencia y
serenidad, sin imponerles actitudes de manera excesivamente
autoritaria, con cariño y respeto.
CAPITULO 5
"Ha llegado la hora de que nuestra sociedad acepte
que detrás de cada niño, niña y adolescente
delincuente, toxicómano, enfermo psiquiátrico,
prostituido, etc., hay una historia social de poder y
violencia".
La violencia y el maltrato vulneran derechos humanos
fundamentales.La escuela es el lugar privilegiado para una real
"visualización" del tema.La detección del maltrato exige una
intervención que tenga como objetivo producir
modificaciones que garanticen el resguardo y la integridad
psicofísica de los niños y los
adolescentes.Un porcentaje elevado de casos puede modificarse a
través de la intervención extrajudicial de
salud, educación y comunidad, las cuales, articuladas,
promueven un cambio en las pautas de interacción
violentas.La justicia es un recurso, una estrategia de
intervención que, a través de sus
representantes, los jueces y los defensores de la
niñez, puede ayudar a restablecer la ley en familias
que funcionan fuera de todo orden, que avasallan los derechos
de sus miembros más débiles, y en donde los
niños son tomados como objetos quedando a merced de la
arbitrariedad y el capricho del adulto.El abordaje del maltrato infantil requiere un
enfoque interdisciplinario y la necesaria articulación
intersectorial – educación, salud, justicia,
niñez -, en un trabajo conjunto que permita
restablecer al niño sus derechos fundamentales y haga
de soporte el principio rector de las acciones que se tomen
en nombre de la infancia: "El interés superior del
niño".
EL MALTRATO INFANTIL NO ES UN PROBLEMA
CIENTÍFICO
Como tampoco lo es la droga. En ambos casos se trata de
problemas con dimensiones y aspectos personales, sociales,
culturales, históricos, políticos, éticos,
morales, psicológicos, médicos, económicos,
judiciales, legales, mediáticos y muchos más.
Reducir el maltrato infantil -o priorizar cualitativamente la
dimensión científica sobre las demás- es
equívoco y peligroso.
Por ejemplo, todo el mundo conoce la capacidad
destructiva de las drogas. No hace falta que los
científicos nos expliquen detalles
físico-químicos para que nos horroricemos al ver
gente hundida por su causa. Es más, el discurso
científico no reduce en un ápice el tráfico
ni el consumo. Una asociación que luchase eficazmente
contra la drogadicción se serviría de los
argumentos científicos como una de sus armas de
disuasión, una de sus armas ciertamente más
débiles.
Es importantísimo cualquier avance en el
tratamiento del maltrato infantil. Pero es iluso pensar que
éstos influyan en que su número disminuya. Sabemos
que el maltrato infantil destroza vidas, y eso es lo importante.
A partir de aquí hay que actuar en infinidad de frentes,
incluido el científico, pero no sólo ni
prioritariamente el científico. Nuestra tarea no es
administrar las desgracias, sino evitarlas.
El cientificismo nos lleva por caminos incalificables:
Según el primer estudio epidemiológico realizado en
España, el 60% de las niñas que fueron violadas con
penetración vaginal consideraron su experiencia como
agradable y satisfactoria. ¿Viva pues la violación
infantil? No, en modo alguno. Fue una aberración en el
protocolo de la investigación. Y no pidió
disculpas. El mismo científico que asesoró a la
Administración española para que, a diferencia de
otros países, no se hiciesen campañas de
concienciación social porque, según él,
podrían generar desconfianza en los niños hacia los
adultos. ¿Cómo es que no existe esta dificultad
cuando se advierte a los niños sobre los traficantes de
droga? Ahora cobra derechos de autor de folletines oficiales
donde se dice a las niñas escolares que, si son objeto de
abuso, se lo digan a su padre, cuando es el propio padre la
figura más frecuente como abusador. Poca ciencia hay en
alguna ciencia.
Cuando olvidamos que la verdad científica es una
verdad histórica, hacemos de la ciencia una
religión. Lo que para la ciencia de ayer era verdad, para
la de hoy es un error, y lo que para la ciencia actual es verdad,
la ciencia futura dirá que es mentira. La historia de la
ciencia no es un proceso acumulativo de descubrimientos, sino de
cambios cualitativos debidos a diferentes organizaciones de la
mirada y de la experiencia. A nadie se le ocurriría hoy en
día vendar a un bebé, pero ésta fue una
práctica habitual en el cuidado infantil hace siglos.
Sería arrogante y estúpido por nuestra parte no
admitir la posibilidad de que en la actualidad estemos poniendo
en juego con los niños prácticas que algún
día se considerarán nocivas.
El objeto de la lucha contra el maltrato infantil a
principios del siglo XXI es claro: asesinatos, violaciones,
agresiones, tráfico de órganos, esclavitud,
explotación, pobreza, abandono, manipulación,
racismo (nada que no exista en el mundo adulto, pero mucho
más fácil con quienes tienen menos posibilidad de
defenderse) y tantas otras barbaridades menos evidentes, que en
su sutileza esconden su mayor peligro y protegen su
impunidad.
El maltrato infantil tiene tantas dimensiones como
aspectos tiene lo humano. El científico es uno de ellos.
No más. La lucha contra el maltrato infantil, exactamente
lo mismo. Javier Ripoll
CAPITULO 6
Protocolo de Detección de Situaciones de
Riesgo en la Infancia
Nombre del niño: Edad:
Dirección:
Nombre del padre:
Nombre de la madre:
Unidad Educativa: Curso:
Nunca
A veces
Ítem |
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1 | Presenta hematomas y señales de |
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2 | Tiene heridas con formas no normales |
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3 | Lleva quemaduras |
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4 | Presenta fracturas |
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5 | Las condiciones higiénicas son |
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6 | Lleva siempre la misma ropa o es |
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7 | Higiene personal escasa o nula |
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8 | Desprende olores desagradables |
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9 | No trae desayuno al colegio |
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10 | Pide comida a sus compañeros y come con |
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11 | Acude a clase con sueño y síntomas |
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12 | Presenta retraso en su desarrollo |
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13 | Se orina en la escuela |
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14 | Se hace "caca" en la escuela |
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| 1 | 2 | 3 | ||||||||||||||||||||||
15 | Presenta ausentismo escolar |
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16 | Llega tarde a clase o se fuga |
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17 | Desea permanecer en el colegio después del |
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18 | No habla de sí mismo y/o de su |
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19 | Es agresivo con sus compañeros y con el |
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20 | No colabora en actividades de grupo |
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21 | Se aísla de los compañeros y es poco |
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22 | Centra su amistad en un solo |
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23 | Cambia bruscamente de estado de |
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24 | Busca la protección del profesor |
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25 | Manifiesta rechazo por los adultos o intenta |
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26 | Presenta conductas pre delictivas |
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27 | Pretende ser siempre centro de |
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28 | Llora sin motivo aparente |
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29 | Se auto lesiona |
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30 | No existe relación de la familia con la |
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| 1 | 2 | 3 | ||||||||||||||||||||||
31 | Su rendimiento académico presenta cambios |
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32 | No termina los deberes, no los hace o los hace |
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33 | No es constante en las actividades |
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34 | No lleva a clase todo el material |
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35 | Tiene el material y los libros desordenados y |
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| 1 | 2 | 3 | ||||||||||||||||||||||
36 | Los padres no acuden a las citaciones de la |
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37 | Los padres se niegan a comentar los problemas del |
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38 | Los padres culpan o desprecian al |
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39 | Los padres exigen demasiado al |
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40 | Consumo habitual de drogas o alcohol por parte de |
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CAPITULO 7
BRINGIOTTI, María (2000). La escuela ante
los niños maltratados. Argentina:
Paidos.
CAJÍAS, Beatriz (2000). Prevención
y tratamiento de la violencia doméstica en la
escuela. Bolivia: Sierpe
publicaciones.
CIRILO, Stefano (1997). Niños maltratados:
Diagnóstico y terapia familiar. España:
Paidos.
DAVINI, María (1995). La
formación docente en cuestión:
política y pedagogía. México:
Paidós.
MARTINEZ, Roing y De Paul, Joaquín (1993).
Maltrato y abandono en la infancia. España:
Martínez Roca.
UNICEF – UNDCP (1999). El ABC de las
Defensorias de la Niñez y Adolescencia. Bolivia:
Edobol.
ZÁRATE, Mario (2000). Las heridas
emocionales del maltrato infantil. Bolivia: U.P.S.
Editorial.
ANEXOS
Anexo A: El maltrato infantil no es un problema
científico
Anexo B: Protocolo de Detección de
Situaciones de Riesgo en la Infancia
DEDICATORIA:
A mis padres y a
nuestros profesores y compañeros
que me dieron
su apoyo en todo momento
para
culminar con éxito este trabajo.
AGRADECIMIENTO:
Gracias a mi profesora Ana Sánchez, a mis padres
porque a pesar de todo confiaron en mí y me dieron la
oportunidad de seguir el camino hacia el éxito.
Enviado por:
Fabian Moreira
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